Ministerio Musical


"Quien canta, ora dos veces".

- San Agustín

Fe a través de la música


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La música es una poderosa herramienta que puede elevar el alma, enseñar armonía y unidad, y promover la paz y la alegría. La música sacra es especialmente importante en la liturgia como medio para ayudar a los fieles a participar más plenamente, mientras que la música, en general, puede expresar emociones profundas, conectar a las personas y brindar un momento de trascendencia de lo cotidiano.


Nuestro ministerio de música utiliza la música para enriquecer la liturgia, evangelizar y fortalecer la comunidad dentro de nuestra parroquia de Santa Brígida. Esto incluye una amplia gama de actividades como cantar en el coro, tocar instrumentos, dirigir los cantos congregacionales y crear música sacra para que la Misa sea más participativa y llena de oración. El objetivo no es la interpretación, sino elevar el alma a Dios y ayudar a la comunidad a expresar y crecer en la fe en conjunto.

Por qué la música es tan importante en la misa

  • Glorificar a Dios y edificar a los fieles: El propósito principal es dar gloria a Dios y ayudar a la congregación a crecer en su fe.
  • Para fomentar la participación activa: Las oraciones y los himnos cantados animan a la congregación a participar plena y conscientemente en la Misa.
  • Para fomentar una vida de oración más profunda: La música, especialmente cuando se combina con el texto, ayuda a transformar la adoración de un acto externo a una experiencia interna y de oración. El dicho «Quien canta, ora dos veces», atribuido a San Agustín, lo ilustra.
  • Para crear una atmósfera trascendente: La música puede crear una atmósfera elevada y trascendente, alejando a las personas de las preocupaciones mundanas y acercándolas a lo sagrado.
  • Para comunicar emoción y significado: La música puede transmitir una amplia gama de emociones y mensajes espirituales que son difíciles de expresar solo con palabras.
  • Para conectar con la tradición y el patrimonio: Las oraciones y los himnos cantados conectan a los feligreses modernos con la larga historia espiritual y el rico patrimonio de la Iglesia, como el canto gregoriano.
  • Para aportar estructura y solemnidad: Las respuestas cantadas, como el Kyrie o el Sanctus, forman parte de la estructura ritual de la Misa y enfatizan su carácter solemne y sagrado.


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