Mantenerse involucrado

Para seguir participando en la vida católica, puedes asistir a misa y a los sacramentos con regularidad, incorporar la oración diaria a tu rutina y participar activamente en nuestra parroquia a través de ministerios o grupos comunitarios. Además, céntrate en las obras de caridad, continúa tu formación espiritual leyendo las Sagradas Escrituras y las enseñanzas católicas, y encuentra una comunidad católica que te apoye en tu camino de fe.

Oportunidades de voluntariado

Los católicos se ofrecen como voluntarios para servir a los necesitados porque amar y servir a los demás, especialmente a los marginados y vulnerables, es un principio fundamental de nuestra fe. Este compromiso se origina en las enseñanzas de Jesús, quien hizo hincapié en ayudar a los pobres y necesitados. Servir a los pobres se considera una forma de vivir la fe con autenticidad y practicar la justicia, así como una manera de seguir el ejemplo de Jesús. Para obtener más información sobre nuestros programas, haga clic a continuación.

Grupo de mujeres de Santa Brígida

La parroquia es donde vive la Iglesia. Las parroquias son comunidades de fe, de acción y de esperanza. En ellas se proclama y celebra el Evangelio. La Vida Familiar Parroquial se refiere a los diversos programas, actividades e iniciativas dentro de una parroquia que buscan apoyar y fortalecer a las familias como componentes vitales de la comunidad eclesial. Reconoce a la familia como una «iglesia doméstica», un lugar de fe, amor y crecimiento, y busca cultivar este papel dentro de la estructura parroquial. ¡Escríbenos para más información!

Forja (Grupo de hombres)

Forge es una comunidad de hombres católicos unidos en Cristo, que se ayudan mutuamente a convertirse en discípulos fieles. Como padres, hijos, hermanos y esposos, se esfuerzan por llegar a ser los hombres que Dios nos llama a ser a través de cuatro pilares:

Culto: Profundizar nuestra relación con Cristo mediante la participación regular en la Misa, la Adoración y la oración, poniendo a Dios en el centro de nuestras vidas y familias.

Formación: Fortalecer nuestra fe mediante el estudio de las Sagradas Escrituras, la enseñanza católica y la guía espiritual, capacitándonos para guiar a nuestras familias y comunidades con sabiduría y gracia.

Compañerismo: Construir una hermandad auténtica a través de relaciones significativas, apoyo mutuo y responsabilidad, desafiándonos y animándonos unos a otros a crecer en virtud y santidad.

Servicio: Vivir nuestra fe a través de la caridad activa y la dedicación desinteresada a nuestras familias, parroquia y comunidad, siguiendo el ejemplo de liderazgo de servicio de Cristo.

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